domingo, 30 de enero de 2011

PENSIONES: CCOO Y UGT SE DESANGRAN Y NOS DESANGRAN

En 1985 el Gobierno de Felipe González pegó el primer pensionazo: subió de los 2 a los 8 últimos años de cotización para el cálculo de las pensiones. La respuesta no se hizo esperar: huelga general convocada por CC.OO.

Hoy asistimos a una agresión muchísimo más grave que lesionan los derechos laborales hasta unos límites jamás conocidos:
  • Se incrementa la edad de jubilación nada menos que hasta los 67 años.
  • Se sube el periodo de cotización de 35 a 38,5 años (es decir, toda la vida trabajando para poder tener la pensión íntegra)
  • y se incrementa el periodo de cálculo para las pensiones de los 15 a 25 últimos años de la vida laboral cotizados. 
Esta vez, con infinitamente mayores motivos, no hay huelga general. Por el contrario, asistimos a ver como los sindicatos claudican y se sientan a firmar semejante acuerdo tan sumamente injusto para los trabajadores. Es una traición en toda regla.

¿Que ha ocurrido para que esto suceda, cuando en Francia llevan incontables huelgas generales porque tratan de incrementar la edad de jubilación a los 62 años?

Muy sencillo, los sindicatos oficialistas, en lugar de dedicarse a la acción sindical, se han dedicado estos últimos 25 años a las subvenciones, a dar cursillos de FP, a hacer caja con la asesoría jurídica, a montar estructuras administrativas propias desmarcadas de la realidad social, etc., su descrédito es tal, que ya no tienen fuerza de convocar ninguna huelga general.

CC.OO y UGT en un principio se intentaron marcar un farol sobre una posible huelga general, evidentemente nadie les creyó, y al final han tenido que minimizar daños firmando ese deleznable acuerdo que supone una puñalada trapera al sistema público de pensiones en beneficio de las políticas neoliberales para minorar costes sociales e incentivar de forma descarada la creación de fondos de pensiones privados. La banca siempre gana.

Ese es el resultado que tienen CC.OO y UGT del abandono de la lucha sindical en la calle, de mantener miles de liberados que buscan sus propios privilegios, del enchufismo, del nepotismo, de abandonar a los trabajadores con contratos basura frente al abuso patronal, a los desempleados, a los jóvenes, etc. No podemos ver esta situación con mayor preocupación: para CC.OO y UGT es un grave problema porque se enfrentan a un debilitamiento aún mayor, allá ellos si desaparecen porque parece que es lo que buscan, pero para nosotros es una tragedia no contar con sindicatos de clase que nos defiendan frente a tales agresiones. La ley de la jungla en el mundo laboral se impone a pasos agigantados.

La necesidad de crear en España una intersindical de clase, como en Francia ocurre con la CGT, es una necesidad apremiante. Quienes piensen que los pequeños sindicatos gremiales o corporativos pueden hacer algo frente a este fenómeno europeo y global, se equivocan. El desmantelamiento del estado del bienestar a quien nos afecta es a los trabajadores, nunca a los poderosos y sólo con sindicatos fuertes se le puede hacer frente. El futuro nuestro, y sobretodo el de nuestros hijos, sin trabajo, y ahora sin protección social, es sumamente espantoso. ¿Como van a pagar fondos de pensiones privados si no tienen trabajo?.